DIARIO DE UN COMANDANTE DE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA
El Diario de guerra de José Santos Vargas es considerado uno de los documentos más fascinantes para la historia de nuestro país. Sus 286 folios relatan las andanzas del grupo de hombres que, en plena Guerra de la Independencia, conformaron la División de los Valles de La Paz y Cochabamba. La historia que registra este manuscrito es tan cautivadora como dramática.
Vargas se convierte en nuestro cronista, aquel que nos lleva de la mano a conocer a su gran héroe, Eusebio Lira, al popular José Manuel Chinchilla y al detestable José Miguel Lanza, quien le hizo más de un desaire y lo colocó en situaciones de extremo peligro. Pero no solo a ellos: nuestro guía nos presentará al truculento Fermín Mamani, más bandido que guerrillero; al sádico Pascual Cartajena, el sicario personal de Lira; al astuto Miguel Mamani, quien escapaba de sus captores utilizando mil artilugios, y a muchos otros que, de no haber sido registrados por la pluma de Vargas, se habrían perdido, engrosando las filas de aquellos soldados anónimos infaltables en los relatos históricos.
Roger L. Mamani Siñani
SOBRE EL AUTOR
Nació en Oruro en 1796. Huérfano a muy temprana edad, apenas cursó las primeras letras. Tras huir del rígido cuidado de su tutor en 1811, trabajó como sirviente y secretario de cartas hasta 1814, año en que se alistó en la guerrilla de los patriotas al mando del comandante de Mohosa (provincia Inquisivi, La Paz), Eusebio Lira.
Ya incorporado, decidió aprender a tocar el tambor, instrumento mediante el cual se impartían las órdenes de batalla en aquel entonces. Según sus palabras, tomó esta decisión para estar cerca de los jefes y enterarse de todos los pormenores de la guerra, con la inquebrantable intención de registrarlos en su Diario, como efectivamente hizo durante los diez años que combatió junto a la División de los Valles en la región colindante entre los actuales departamentos de La Paz y Cochabamba.
Al final de la Guerra de la Independencia, contando con 29 años, ostentaba el cargo de comandante de Mohosa, último grado militar recibido del coronel José Miguel Lanza en 1823. Entonces Vargas concluye la escritura su Diario, y solo la retoma, brevemente, para narrar lo ocurrido durante la fallida invasión peruana de 1828.
Luego se retira, en calidad de agricultor, a la localidad de Pocusco (aledaña a Mohosa), donde por última vez se sabe de él en 1853, cuando anota el último intento –fallido– de lograr la publicación de su Diario durante la presidencia de Belzu.